
Esas pequeñas teteras con picos largos se han convertido en un artículo común en muchos hogares y no son para tomar el té.
Se llaman “neti pots” y se usan para enjuagar las vías nasales con una solución salina (con sal) y se han convertido en un tratamiento muy popular para la congestión de las cavidades nasales, resfríos y alergias y para humedecer las vías nasales expuestas al aire seco exterior.
Sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) está preocupada con el riesgo de infección asociado con el uso inapropiado de las “neti pots” y otros dispositivos de lavado nasal. La agencia está informando a los consumidores, fabricantes y a los profesionales de la salud sobre las practicas seguras al usar estos dispositivos de lavado nasal, que incluyen bombillas, botellas exprimibles y dispositivos de agua a presión que funcionan con baterías.
Estos dispositivos son generalmente seguros y útiles, comenta el Dr. Steven Osborne, un funcionario médico del Centro de Dispositivos y Salud Radiológica (CDRH). Pero estos artículos deben usarse y limpiarse correctamente.
Lo más importante es saber de dónde proviene el agua usada en los dispositivos de lavado nasal. El agua del grifo o de la llave, si no está filtrada, tratada o procesada en una forma específica, no es segura para su uso en lavados nasales.
El agua de grifo podría contener niveles bajos de microrganismos, tales como bacterias y protozoos, incluyendo amebas, que si se bebe es más fácil eliminarlos ya que los ácidos gástricos se encargan de eso. Pero estos microorganismos pueden permanecer vivos en las vías nasales y causar infecciones potencialmente graves, según los Centros para Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El uso incorrecto de las “neti pots” pudieron haber causado más de dos muertes en el 2011 en Louisiana debido a una rara infección cerebral que el estado ha asociado al agua contaminada con la ameba llamada Naegleria fowleri.
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