En
el país se ha desatado un sinnúmero de reacciones de sectores
académicos, religiosos, profesionales, políticos, comerciales y
empresariales en torno al nuevo paquete impositivo que bajo el nombre de
“Reforma Fiscal” se le quiere imponer al pueblo, a través de una
mayoría mecánica que tiene el partido de gobierno en el Congreso
Nacional.
¿Por
qué el anunciado nuevo paquete fiscal del gobierno ha tenido una
reacción encadenada de repudio total de todos los sectores de la vida
nacional? Porque la gente percibe de manera clara que no se trata de una
“Reforma Fiscal”, sino de una “Recarga Fiscal”, es decir, de recargar al pueblo con más impuestos para
tapar el hoyo financiero que acaba de dejar el gobierno del Presidente
Leonel Fernández, quien se embarcó en la mas irresponsable carrera de
gasto público, con la única finalidad de favorecer a sus alabarderos, a
quienes le permitió enriquecerse cobardemente con los fondos que el
pueblo paga y que tendrá que seguir pagando en impuestos.
En
este país, poca gente duda de las buenas intenciones del Presidente
Danilo Medina de hacer una gestión de gobierno honesta, que respete los
dineros que el pueblo paga en impuesto y que favorezca a las grandes
mayorías del pueblo.
En el PARTIDO DEMOCRATA INSTITUCIONAL –PDI
– la mayoría de los dirigentes pensamos que el Presidente Medina no
quiere terminar su obra de gobierno siendo percibido como un hombre
igual al Presidente Leonel Fernández, cuyo
gobierno fue sordo, ciego, mudo, clientelar, derrochador, botarate,
indolente, irresponsable y violador de la Constitución y las Leyes.
Pero
lo cierto es que, para que el Presidente Medina pueda ser percibido de
manera diferente, está obligado a comenzar por quitar de sus cargos
públicos a los viejos funcionarios del gobierno del Presidente
Fernández, sobre todo aquellos del área económica que decían que nuestra
economía estaba blindada, conscientes ellos de que engañaban al pueblo y
que ejercían y apañaban el cohecho, la corrupción y el saqueo del
erario público.
Una
“Reforma Fiscal” tiene que pasar necesariamente por la revisión de la
forma como se le produjo a la economía del país, un hoyo de más de 178
mil millones de pesos, y establecerse las necesarias responsabilidades, y
que los culpables sean despojados de los bienes mal habidos,
restituidos estos a las arcas del Estado, y los culpables sentados en el
banquillo de los acusados por crimen contra toda la sociedad
dominicana.
Una
“Reforma Fiscal” tiene necesariamente que pasar por la limitación del
sueldo mensual que deben ganar los funcionarios públicos, iniciando por
el del propio Presidente de la República, que debe de servir de guía
para todos los demás salarios de la administración, porque no se puede
seguir permitiendo que un ministro gane más que el Presidente, o que una
pensión de un funcionario público, sea mayor que el salario mensual de
un Ministro del gobierno Francés.
Una
“Reforma Fiscal” obliga a que las partidas del presupuesto nacional
estimadas y asignadas, obedezcan a un orden de inversión para el
desarrollo del país. El gobierno de la nación no puede seguir pensando
que los empresarios y comerciantes son solo un ente para la explotación
impositiva, hay que llegar con los sectores productivos de la nación a
acuerdos económicos para fomentar el empleo, la modernización de la
producción, y preparar el país para que sea competitivo.
Si esto no se hace, estaremos asistiendo entonces a una “Recarga Fiscal”, pero jamás a una “Reforma Fiscal”.